Traumatología y Ortopedia Infantil
EL NIÑO METE LOS PIES
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Todas estas variaciones las conocemos los traumatólogos infantiles como alteraciones rotacionales de la marcha, pero más que alteraciones son variaciones más o menos exageradas de la normalidad que generalmente van a mejorar espontáneamente a medida que el niño crece y que no van a dar problemas.

Como los médicos somos aficionados a dar nombres raros a las cosas, esto no iba a ser una excepción. A la rotación del fémur sobre su eje le llamamos anteversión femoral; si esta rotación presenta un valor interno mayor que la media hablamos de anteversión femoral aumentada y los pies apuntan hacia adentro; si la rotación es más externa hablamos de anteversión femoral disminuida o retroversión femoral y los pies apuntan hacia afuera. Con la tibia ocurre lo mismo, podemos tener una torsión tibial interna o una torsión tibial externa que condicionan la orientación del pie.
Los niños tienen una rotación interna de fémur y tibia mayor que la que van a tener de adultos. Por esto es más frecuente ver niños que meten los pies que adultos que lo hagan. Y esta mayor rotación interna del fémur hace que sean capaces de sentarse en posición de W. A medida que crecen tanto fémur como tibia van rotando hacia afuera, con lo que los pies van saliendo. Esto ocurre aproximadamente hasta los 10 años y es variable de unos niños a otros. Y esta es una evolución natural que no podemos modificar con ningún tratamiento.
Así que no busquéis remedio con plantillas, calzados especiales o aparatos porque no van a modificar esta evolución y sólo se va a conseguir incomodar al niño. Es excepcional que cuando el niño sea mayor la posición de los pies no sea adecuada, y no le va a traer consecuencias negativas. Si así fuera la solución pasa por la cirugía, pero como he dicho esto es excepcional.
Así que si tenéis dudas sobre la forma de andar de vuestros hijos acudid a vuestro pediatra o a un especialista en traumatología y ortopedia infantil para que lo valore, pero no iniciéis tratamientos innecesarios, inútiles y molestos para el niño.